martes, 25 de agosto de 2009

Historia de una bruja con el estómago revuelto



Por Angélica Santa Olaya



Adriana Tafoya y Angélica Santa Olaya.

Quiero comenzar a hablar de la historia de esta bruja recordando un libro especial, un libro sagrado: el Chilam Balam de Chumayel. Se preguntarán qué tiene que ver este libro con la Casa de Navajas de Estephani… aparte, claro, de Balam. Encuentro algunos puntos de contacto que no sé si tendrán que ver con una intención consciente de la autora, pero Borges decía que cada lectura es una recreación válida por sí misma así que Borges será responsable de esta perorata. Las coincidencias que encontré entre estos dos libros me proporcionaron una lectura que quiero compartirles porque enriquecieron mi visita a la Casa de Navajas. Visita que, señalo desde ahora, me emocionó mucho porque fue mirarme en un espejo conocido.

El Chilam Balam es un libro histórico que contiene narraciones proféticas sobre la Conquista española y el cambio de religión en Mesoamérica; pero también es un libro religioso, mítico, simbólico… es, junto al Popol Vuh, uno de los paradigmas de la literatura maya. Chilam

Balam fue un sacerdote maya que vivió poco antes de la Conquista afamado por sus profecías. Chilam quiere decir “el que es boca”, “el que profetiza”. Balam quiere decir jaguar e identifica al brujo; al poderoso felino soberano del inframundo; al cazador del crepúsculo y de la noche; al símbolo del mundo subterráneo, la noche, la vida y el tiempo primordial.

Pues bien, en esta Casa de Navajas habita una poeta-bruja, una moderna poeta-fiera quien –al igual que los mayas hace quinientos años- emprende un viaje iniciático y

profético desde los túneles subterráneos de la ciudad de México –desde las estaciones del metro Salto del Agua y Cuatro Caminos pasando por Coyoacán y anexas- hacia las entrañas del inframundo donde acecha, nada más y nada menos que otro brujo más poderoso: EL AMOR. Esa fiera que sale de mi cuarto… daga de cristal entre las piernas. Esa señora del desierto que come las sobras de los que enmudecen cuando aman, dice la bruja, dispuesta a luchar con el brujo mayor, armada tan sólo con la sangre de su lengua.

Granda Lamadrid durante su lectura.


En este duelo la poeta escalda con saladas y musicales metáforas su garganta, para, con la honestidad del guerrero que sabe perdida la batalla, lanzar un rugido de guerra contra el objeto de su amor; ese con quien ha dialogado-monologado antes de entablar la lucha (porque el diálogo aquí es, en realidad, un monólogo). La bruja envía recados, hace aclaraciones, advierte, lanza conjuros y suplica la redención a un Balam sordo que no escucha sus plegarias mientras ella se revuelca, herida, bajo la luz del Amor que se agolpa dolorosamente en las pupilas. La bruja intenta reembolsar el tiempo ofrecido al Brujo mayor, pero el precio del Amor es alto. Tan alto como el árbol del que pende la fruta que ha caído cuando nadie tenía hambre. La bruja sabe que pelear con el Amor es pelear contra ella misma y maldice a su contrincante: Tendrías que morderme la lengua para dejar de soplar polvotu lengua está maldita. Le habla y se habla a sí misma.

La debilidad de la fiera es, simplemente, amar:

Amor

el día que me encuentres

con la tarde calcinándome los labios…

esconde tu boca pequeña entre las plegarias…

para entonces

ya no habrá consuelo

para el sentenciado a vida

La vida que el amor promete es también la muerte del que se arriesga a jugar este juego de bocas reventadas por mascar piedras dulces; juego de encomendados ensartándose en la misma aguja, de invisibles amantes / fieritas / juguetes para hacerse sangrar.

El público durante la presentación de Casa de Navajas.


El viaje que la poeta-bruja realiza está signado, también, como en el caso de los mayas, por números cabalísticos. La Casa de Navajas tiene dos habitaciones: la primera, llamada CiudadElla, contiene tres poemas: Salto del agua, Cuatro Caminos y Postal de Coyoacán. Al igual que los tres dioses creadores (Gucumatz, Huracán y Tepeu) que hicieron tres intentos por crear la humanidad: primero de barro hicieron al hombre, luego de madera y al final de maíz según cuenta el Popol Vuh. Estos tres poemas iniciático-proféticos, que inician la intentona, ocupan las primeras siete páginas del libro que abrirán la puerta del inframundo:

Cuando extendí mi mano dije

tenemos que irnos ya:

el tiempo nos venía comiendo los

pasos entre las rocas

y anduvimos hurgando toda

la tarde un desierto

pero en nuestros corazones nunca

dejó de llover

La puerta a la Casa de Navajas está resguardada por siete páginas como el séptimo cielo maya, el más alto, donde se encuentra el paraíso; el cielo de Ameteotl, el dios que era varón y hembra al mismo tiempo; el creador de dioses y de hombres; el Amor.

La bruja accede al inframundo y la profecía se cumple, la voz de la bruja se escucha en el oscuro interior de la Casa: Qué desgracia cae sobre mis ojos / no veo nada que no haya amado antes… El Amor, ofrenda más que premio, es un destino llagado de amargas nueces y amar es aprender a ponerse triste, reniega la bruja.

Esta es la historia de amor de una bruja-poeta que se tambalea hacia el baño con el estómago revuelto de amor que nadie quiere. Una historia que podemos encontrar a la vuelta de la esquina excepto porque fue contada, de una manera hermosa, por una bruja, transformada en fiera, en una conversación consigo misma. En un repetir el golpe a través de la palabra para ver qué fue lo que pasó como hacen los niños pequeños; para saber en qué momento cayó el árbol, cuándo se pudrió la fruta, en qué instante apareció la luz enceguecedora de la conciencia que ilumina la batalla cuerpo a cuerpo consigo misma; con su deseo de amar. Balam y la Bruja son uno mismo. Un hechicero arrojando conjuros para que todo renazca en la sapiencia de que el Amor mata porque no nos mata. Para los mayas no hay fin del mundo sino transformación luego de la pesadilla que transporta al centro mismo del infierno. Para Estephani, cruzar el umbral de la salida consiste en florecer a la orilla del agua podrida… pero siempre agua con el deseo de continuar fluyendo con el conocimiento a cuestas.

Con una voz fuerte y sin tapujos, llena de poesía y sinceridad, Estephani nos entrega esta primer plaquett mágica y profética que masoquistamente -como solemos ser algunos que gustamos de la poesía- disfruté-sufrí, en coincidencia y emoción propia. Fue un placer visitar esta Casa de Navajas que, me parece, devela un camino más seguro que el del Amor para la bruja-poeta Granda Lamadrid que comienza con el pie derecho su trayecto en la poesía. Felicidades Estephani.

Angélica Santa Olaya D. R.© México, D. F. agosto 2009.

Balam y la traición de la bruja

Angélica Santa Olaya, Lucero Balcázar, Granda Lamadrid y María Elena Solórzano.



Por María Elena Solórzano


Estephani no quiere decir abiertamente que ella es la bruja-poeta,
la que dice los conjuros, por fin se decide y lo proclama en medio de la plaza para que la lapiden o la quemen, la que dice los conjuros, la que transforma los príncipes en sapos, la que tiene en sus manos el resplandor de la luna y guardadas entre sus párpados todas las llamas del verano.
Me llamó la atención el título del poemario, ¿por qué, La traición de la bruja? la lectura de los poemas me dio la respuesta. La bruja traicionó al género, se ha salido del esquema convencional que todos esperan. Cito: "¡Qué presunción la tuya/ para qué tenderse en la noche esperando un poco de calor." Para qué todo se ha vuelto un manglar de hojas podridas."


La vida, el manglar. Sociedad podrida, donde todo se agrieta, se fragmenta, se escinde, explota.
Vivimos sin dirección, a la deriva y sobre frágiles cáscaras de nuez pretendemos llegar a puerto seguro, por eso ella cierra su cuerpo, desolada entre las sábanas solitaria, con la sangre entre las piernas. Para qué los ciclos infecundos, estériles de soles, vacíos de cánticos. Por qué todo lo que ella hace es inútil Cito:"...para guardar un hombre dentro de tu casa" y el varón se marcha para buscar otras mujeres otras quimeras, para ensangrentar su espada en otros corazones. Porque así es y ha sido siempre y la poeta lo dice, lo grita:
Cito:"Y él se escapa con las tardes en busca de otra"
Y no solamente se va él, se va todo, sueños, anhelos, proyecto de vida. Se rebela ante el destino, por la eterna espera, ante su condición de mujer abandonada.

Adriana Tafoya durante la presentación.

¿Qué desea, qué anhela? Imagina, sueña: Cito: "...qué en su alcoba se deslicen los gemidos..." y el amor se enrede en la luz mortesina de la tarde, pero sólo la soledad está con ella.Cito:"de envidiar hilanderas del pueblo" resignadas, conformes, tejiendo sus sueños con estambres desteñidos, ahogando el alma entre suspiros. Mujeres que encajan dentro de los moldes que se hicieron hace siglos porque así convenía a una sociedad.
La inteligencia y el talento no contaban y entonces... Cito: "La fiera se siente culpable por no tener pechos de mujer hermosa..." Eso es lo que importa la carrocería y cito"...la fruta ha caído cuando nadie tenía hambre" ¡Qué terrible, qué desencuentro¡ Ningún varón la deseaba y ella allí, granada madura ofreciendo sus rojas entrañas.
El canto IV me remite a Gilberto Owen en su poemario Sinbad el varado. Cito:"...la piel llagada de los náufragos...", los desorientados, los perdidos, porque los sentidos engañan y a veces nos dan una visión equivocada de la realidad. Sinbad emprende un viaje interior para buscar las más preciadas joyas del espíritu, pero en ese viaje también encuentra: fantasmas, dolor, fracasos, frustraciones.
Cito:"No hay donde guarecer el amor de los muertos..." tenemos que guardarlo, porque es el único amor del cual estamos seguros, es el único amor inalterable.
Cito: "Estas brujas..." léase estas poetas son intrusas, mujeres enervadas con miradas torcidas, a veces enternecen de tan alucinadas, sus lenguas no destellan silencio, en extraños idiomas expresan su dolor, cito: "Alfajores de tristeza se derraman...".
Ella no tiene destino, por venir, su destino es uno por eso, cito: "... mis manos no tiene líneas...no alcanzará la tarde para tejerte un vestido que cubra..." No, no alcanzará la vida, para pagar la traición a tu género, has dejado de ser " El hermoso animal de cabellos largos e ideas tan cortas", eso se paga con sed y con hambre de amor, por eso, cito: "Serás la señora del desierto y comerás las sobras de los que aman...Pero no conoces el amor..." las brujas o las poetas no conocen el amor, son apartadas porque tienen lepra en el alma y se atreven a contradecir a sabios y profetas.
Y te ahogará el desamor y la soledad-dice la desesperada voz de la poeta- porque no seguiste el camino de la luna y te fuiste a sondear abismos secretos que no te corresponden. Cito: "Has de quebrarte como una rosa seca entre los dedos"
Tú. poeta, los alimentas con tu cuerpo, cada palabra tiene algo de tu esencia, tu carne, tu espíritu es la fuente de donde mana tu poesía para:, cito, "...deletrear con brasas dulces de canción..."
Cito:"Es abrir los ojos un día y saber que no estás en casa..." la soledad, siempre la soledad y el desamor y se vuelve a hacer presente el sentirse: perdida, desubicada, extrañamente extranjera en su propia casa, cito: "Es que nunca estuve ahí dentro de las fotografías..."
Y la nostalgía por el amor perdido, lacerando, lastimando...cito: "... por qué todo ello lleva tu nombre, en cada marca, en cada poema que canto y que siempre nos separa más.


Estephani Granda Lamadrid en la lectura.


La bruja ha dicho sus conjuros y nos ha envuelto en esa atmósfera de desolación que recrea en excelente forma este poemario. Magnífico, con bellas, audaces y frescas imágenes. Todas las demás brujas lo degustaremos y parecerá que estamos ante un espejo.
María Elena Solórzano

lunes, 24 de agosto de 2009

Casa de Navajas por Lucero Balcázar

El sugerente Título de Granda Lamadrid, me lleva directamente a darle, ni modo compañeros, una Vuelta de Tuercas al azote poético y es así como inicia mi texto. Entonces empecemos desde el principio: El Titulo. Ahora, citaré uno de los significados de la palabra Navaja que encontré en un sitio de cocina gallega ; Y cito: La navaja es un molusco Vivaldo marino de gran tamaño, sus valvas llegan a medir hasta 20 centímetros de largo, estas tienen forma alargada y algo curva, su superficie es lisa y muestran un color amarillento con manchas rojizas, moradas o pardas. Habita en los fondos marinos, donde excava agujeros hondos y se distribuye por el mar del norte, hay una especie en Baja California Norte donde los mexicanos la conocen con el sugestivo nombre de” Mango de Cuchillo amarillo”. Los chilenos, se ven un poco menos grandilocuentes al llamarla simplemente: navajuela.

Continuando con la misma línea encontré también al Pez Navaja, que es una especie extraña de color verdoso con la zona ventral afilada como un cuchillo, que, curiosamente, su forma de mantenerse es através de una natación horizontal en caso de necesidad por la aparición de algún predador llegando a la posición vertical, cuando está al acecho de presas, de caza.

Lucero Balcázar lee su presentación. Granda sonríe.


Hummm..... qué sinónimos más cercanos a esta Casa de Navajas, dónde la sinécdoque nos lleva directamente a esta forma que usa Granda la Madrid al tomar La parte por el todo, el todo por la parte, pues leer este libro es volver a esa Casa-túnel por donde nacemos, y al volvernos mayores conocerla y sentir lo que en México llamamos cariñosos: La Muerte Chiquita.

Este tropo, la sinécdoque, es especialmente usado en sus sonetos por Petrarca, cuando su amado idealizado es descrito parte por parte.

Entonces, retomemos la voz poética y vayamos también nosotros parte por parte:
Estephani inicia el libro con el canto: SALTO DEL AGUA así y cito:


Y si uno termina por no contestar
Y si uno se queda callado (Porque ya sabes que uno siempre se queda callado)
Y busca redención cuando se va tambaleando hacia el baño
Con el estómago revuelto de amor que nadie quiere
Y convocas a una fiesta en tu nombre
y nadie asiste porque a nadie le importa
Y te sientes del carajo Y… acabo la cita…

Y me llama especialmente la atención el uso de la Y griega con la que la autora abre el poemario, pues esta conjunción copulativa es usada a modo de encabalgamiento durante todo el primer movimiento. Incluso abre también así el segundo canto llamado CUATRO CAMINOS.

En POSTAL DE COYOACAN ya es imposible soltar el poemario, pues el canto crescendo en el que nos lleva Granda, nos mantiene en vilo cuando cierra contundente al rematar; y cito:

Precipicio de hirvientes dagas
oleaje de precipicios solos
esta hija nuestra nos mira
y desde el abismo
nos extiende la mano y acaba la cita.

En BALAM Y LA TRAICIÓN DE LA BRUJA, La poeta ya se revela, pues La Bruja, La Hechicera, ya le habla de tú a tú a Balam, que también significa El hechicero o El Mago y lo confronta, es entonces así como La Casa-Vulva, le habla de igual a igual a la Navaja-Falo, cuando advierte y cito:

No te conocen
Porque sabrían cuantas veces
Tuviste que mirar tus garras
Para saber de algún modo
[siguen ahí
Sin hilos que te sujeten a una misma dirección

Y él se escapa con las tardes
En busca de otra
Porque estas bestias no descansan
Sólo llegan a desposar al amor
En su semen de viento
Y te llenan toda de horas
En que deberías de aprender
[a tejer como las de antes
“para eso son las hembras
Para eso son las alcobas”
Para esperar a las bestias
[cubiertas de sangre
De una guerra que nadie inició
Las bestias se hieren a media noche
Se van gimiendo con zorras
Y perras
Y con toda hembra buena
Que salga a bañarse al río…

En el siguiente movimiento ANTES DE LA CASA DE BALAM, la hechicera célibe se castiga así misma cuando asevera:

Ya no hay agua
Ni dagas con qué atascar las puertas
Habrá que aguantarse
Resistiendo
Controlándome
Porque la fiera casi despierta


Ah, pero la revancha, la apódosis y la prótasis que debe mantenerse en toda buena obra, viene en el canto titulado LUEGO DE LA CASA DE BALAM, dónde la mujer-fiera, luego de probar la navaja, sale del cuarto y busca, hasta encontrar…mientras esto pasa, hace lo que hacemos todas las mujeres después de una larga abstinencia ARAÑARNOS EL VIENTRE mientras sentimos culpa, inseguridades o como cita la poeta por creer, “QUE NO SE TIENEN PECHOS DE MUJER HERMOSA…”

El respetable poético.


Después de RECADO DE BALAM, Balam, que significa en la lengua Maya BOCA DE JAGUAR, viene el canto CASA DE LA BRUJA, donde las brujas en voz de la poeta,dicen:

Atraviesan las moradas Con sus pasos monstruosos de óleo dulce
Enternecen a las bestias con su aroma a polvo

En ADVERTENCIA A LA BRUJA, la hechicera ya ha perdido a su Balam, y lo peor, parece que ya, a toda bestia ocasional, ha abandonado ya, el pueblo de esa CASA DE NAVAJAS, esa Casa-Vulva, ahora sólo llena de polvo y heridas que supuran agua.

E inexorablemente en el canto 10 que lleva por nombre PARA DESPUES DE LA LUNA MENGUANTE, es dónde, se deja escuchar el réquiem o descanso de la bruja hechicera y pecadora que ya no sólo tiene la carne marchita, sino a razón de la Granda Lamadrid cuando dice:

Anda
Alimenta con tu podrida carne a
[los sedientos
Calla sus gemidos con tu lengua
Besa sus cuerpos agrietados
[ como el tuyo


Aliméntalos
Dales tu cuerpo
Muéstrales la bruja
La llama de los muertos que
[nadie llora
Hazles creer que tu carne es la fuente
El estanque del ángel caído…

Gonzalo Martré.

Los otros dos cantos con los que concluye esta su CASA DE NAVAJAS, Granda Lamadrid, no se los voy a platicar, tendrán que leerlos, si es que quieren descubrir una de las voces más poderosas nacidas en los años ochentas y que ocupa, ya, un lugar, ganado a punta de poetazos, en este Oficio de Fuego, dónde, sin falsas modestias, ni aspavientos grandilocuentes, todos los que nos llamamos poetas, tendremos que ganar día a día, paso a paso, tal y como lo viene haciendo Estephani Granda, Lamadrid.